jueves, 7 de junio de 2012

Senegal, donde no llega nadie

Por fin ha tomado forma el reportaje que grabamos, en el mes de enero, en Senegal. Creo que Gali, (que ha hecho un estupendo trabajo para adaptarse a mi guión de primeriza, que casi sobra con esas maravillosas imágenes) y yo hemos conseguido resumir en 26 minutos, lo que el el Programa Karonghen ha supuesto para miles de personas del la Baja Casamance, al sur deSenegal.
Soy persona que difícilmente se siente por completo satisfecha cuando realiza un trabajo. Esta vez, por lo menos, pienso que hemos sido capaces de reflejar los resultados de un programa que se puso en marcha hace ya cuatro años y que, después de grandes dosis de esfuerzo e ilusión, toca a su fin.
Karonghen ha supuesto un gran cambio en la vida de miles de personas; ha llevado agua limpia a pozos y cisternas, escuelas a las comunidades más apartadas y marginadas, ingresos para las familias, educación y trabajo para los jóvenes, autoestima y formación para las mujeres y acceso a la sanidad para las poblaciones más desfavorecidas. Karonghen, que en la lengua diola significa "Renacimiento", ha llenado de frutos los huertos y luchado por la conservación de la flora y la fauna de los deteriorados bosques y manglares.
Allí, en los pueblos más aislados de la Baja Casamance, donde la pobreza y la falta de infraestructura hacen muy difícil la vida, donde se mascan aún las consecuencias de un largo conflicto que se mantuvo con el gobierno central de Senegal, es donde plantó sus raíces, con ayuda de Manos Unidas y la AECID, el Programa Karonghen, que hoy os quiero mostrar.
Todavía es mucho lo que queda por hacer en la Baja Casamance, pero esta crisis que a todos nos afecta, no va a permitir continuar con la tarea emprendida hace cuatro años. Tengo absoluta confianza en que todo lo logrado con Karonghen no va a quedar ahí. y que el camino para que estas tierras de enorme belleza recuperen toda su grandeza, no ha hecho más que empezar.
¡Os dejo el vídeo para que juzguéis vosotros! Dedicadle un rato de vuestro tiempo y ya me diréis.