martes, 25 de agosto de 2009

¡¡¡GRACIAS WUKRO!!!

El próximo sábado partiremos rumbo a Wukro. Ya han pasado dos años desde la última visita y la emoción por el reencuentro es mucha. Cuántos se preguntan (¿verdad?) qué hay en esta inhóspita localidad del norte de Etiopía que la hace capaz de robar los corazones de sus visitantes. Porque son pocos los que se limitan a pasar por allí sin más, sin enamorarse de su ambiente y de sus gentes. Y menos aún, los que logran volver a ser dueños absolutos de sus sueños y deseos, después de conocer sus secretos. Wukro se instala en las conciencias, en los pensamientos y en las retinas y no hace nada por abandonarlos. ¿Hay algún remedio para esta obsesión? Volver cuantas veces sea necesario.
Y así será en solo unos días. La cercanía de la fecha me ha devuelto a la memoria imágenes largamente dormidas. Son recuerdos tan vívidos que parecen oler a café recién tostado, a polvo húmedo y a pan. Imágenes que se escuchan y suenan a risas de niño, a juegos en la calle y a música. Pensamientos tan sabrosos como los beles y los tomates de la huerta; o con el tacto del agua de las lluvias tardías o la cera derretida...
Hablaremos aqui de todo ello y contaremos las historias de quienes a casi nadie importan: de Abba Melaku, el ángel de la guarda de Wukro
y sus gentes. Sed bienvenidos.