lunes, 28 de febrero de 2011

Una hiena admirada

Os transcribo parte de un correo que recibí hace unos días de Abba Melaku.



-“Pues dice la leyenda que, desde hace un par de días, hay una hiena que no para de correr por las calles, con una mirada de admiración, producida por algo que le ha debido de ocurrir. Solo unos cuantos tenemos acceso a su secreto. Perteneces al grupo de los afortunados (…)”.


Sé que voy a traicionar el secreto que guarda celosamente la señora hiena, pero, como la causante de tamaña admiración es mi queridísima Letish, os lo cuento.

El hecho debió suceder hace unos días antes. Ángel me lo contaba así: “Dos de tus modelos, Letish y Negsti, han entretenido nuestra visita a su casa después de cenar. El ruido de la fiesta no ha molestado a Rosa, que con sus dos meses recién estrenados, dormía como cuando se duerme con la conciencia tranquila.


Unos 50 metros antes de la casa nos hemos encontrado con los 4 hermanos. Letish, toda crecida, nos ha informado que, de una pedrada, ha asustado a una hiena (me ha dado pena ver la piedra sobre la que estaba subida). Se suelen ver hienas por algunas calles.


Hemos recordado que les conocí en el hospital, estando Askwal, la madre, con Letish. Los otros 3 estaban en el entorno de la iglesia de Tserkos. Después pasaron a nuestro entorno. Gebrehiwet ha recordado que les compramos ropa nueva a todos. Y Negsti que comieron hembasha (*)”.

Este correo, además de hacerme reír, imaginando a Letish, con su enorme sonrisa, su pelo imposible de domar y sus aires de actriz consumada, atacando a la hiena, me ha hecho reflexionar acerca de lo importante que para todos estos niños es el encuentro con Ángel. A pesar de su corta edad, todos guardan en la memoria algún recuerdo muy especial de ese momento que cambió para siempre sus vidas: ropa nueva, comida, una cama, el colegio y, probablemente, las primeras muestras de afecto de alguien ajeno a su familia.

Las palabras de Ángel también me han sorprendido. Creo que él, al escribirlo, daba por hecho que ya me había informado de la existencia del nuevo miembro de la familia de Letish: la pequeña Rosa. Y aquí me tenéis, reponiéndome todavía del shock.


Conociendo las circunstancias de la familia, un nuevo bebé escapa a mí, supongo que escasa, capacidad de comprensión. Pero, todavía creo tener luces suficientes para saber que hay algo que ni yo, ni la mayoría, debemos hacer: JUZGAR. Así que, desde aquí me limito a manifestar mi alegría. Doy la bienvenida a Rosa, a quien estoy como loca por conocer cuando vuelva a Wukro.


(*) Hembasa: pan etíope

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