He buscado en internet la historia que publiqué hace un año y pico, cuando todavía tenía muy frescas en la memoria las imágenes y las emociones del viaje a Honduras, y la he rescatado para que podáis conocerla.
Todo empezó por un deseo; Doña Monchita, ya mayor, muy mayor, quiso aprender a leer para poder hacerse catequista...